Gran despliegue escénico, técnica ajustada, sonoridad original y un mensaje con los pies teñidos de tierra colorada, le valieron a el sexteto de Capioví llevarse el premio mayor de esta primera edición del concurso organizado por el Ministerio de Cultura de Misiones y el INYM.
“…porque yo soy del lugar del tucán de los picos de colores tucanguá mbaé, inclusión social es aprender la cultura de los que vivían antes acá…”
Eso es Araucaria, una receta en la que conviven el rock a lo divididos con guitarras por momentos metaleras, destellos de reggae y hip hop, y un aderezo con mucho power y letras con profundo contenido regional; logrando un menú que en sus 20 minutos de cocción logró un tremendo feedback con el público, y que el jurado devoró con una avidez tal que el voto fue unánime. Araucaria reunió todo lo necesario para que el menú del Mate Rock tenga todas las estrellas necesarias para quedar en la historia del rock misionero… y que, en palabras de Juan José Szychowzky, presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), tendrá continuidad.
Acá ganamos todos”, dijo Quique Borches, cantante y frontman al bajar del escenario, sabiendo que la exposición lograda por todas las bandas marcará, indefectiblemente, un antes y un después para cada una de ellas.
Una vez consumada la premiación, prosiguió: “Esto es una caricia para el alma. Ser reconocido por algo que generamos para nosotros es algo que no tiene palabras. Valoro que tanta gente de la capital nos haya escuchado, y que tocamos con las mejores bandas de la provincia”, aseguró. “Ensayamos periódicamente… y ya tenemos todas las canciones que vamos a grabar y también tenemos el nombre del disco. La idea era ir grabando en la medida en que hubiera dinero… y ahora vamos a poder dar un paso más largo. Un salto más bien”.
Premio a la constancia, y rumbo al Taragüí Rock
“Esto es un premio a la perseverancia y voluntad para seguir y no bajar los brazos. Muerte y renacimiento cada vez, como suele ser en el arte. A veces agota, pero hay que seguir. ¿Y ahora?. “Ahora la vida sigue, continúa. A seguir tocando, haciendo música, sin laureles. La banda es nuestro cable a tierra. Yo soy docente, pero necesito mi dosis musical todos los días; si no, no duermo, así de simple”.
Araucaria, como ganadora de esta primera edición, grabará su disco en el estudio local Tierra Soñada y el material será masterizado en el Centro de Investigación en Audio y Música de Tecnópolis (CIAM), para luego ser volcado, como disco oficial y con todos los derechos consignado a la banda, en todas las plataformas musicales.
Además, y como sorpresa para todos, merced a los vínculos generados desde el Ministerio de Cultura con productores del eje cultural guaranítico, que hermana Paraguay con el NEA argentino, Araucaria, como ganadora del Mate Rock, ya está incluida en la grilla de la próxima edición del Taragüí Rock, el evento musical de mayor envergadura del NEA. “Brindemos por una mayor integración de la cultura regional y que más artistas paraguayos y del resto del NEA puedan mostrar lo suyo en Misiones”, expresó Juan Pablo Suerte, productor general del evento correntino pero con gran trascendencia en la región.
En paralelo a la grabación del disco de Araucaria, el Ministerio de Cultura y el Instituto Nacional de la Yerba Mate, y gracias a un convenio con el INAMU, se grabará un segundo disco, que contendrá canciones de todas las bandas finalistas. De esta manera, en un futuro cercano se podrá disfrutar el disco oficial del Mate Rock.
El Mate y el Rock, los espanta tormentas
Continuas miradas al cielo (y a las App del pronóstico meteorológico) marcaron toda la jornada sabatina, pero los elementos se aliaron para que la jornada rockera se desarrollara en su totalidad.
Desde las primeras horas de la tarde los trailers y stands de las diferentes yerbateras exhibieron sus productos y ofrecieron presentes a un público que acompañó en gran forma desde el mismo inicio del festival. El Japo Fleitas y Carla Svica, como mestres de ceremonia, presentaron al jurado, compuesto por Polo Peralta, Natalia Chavez, Selene Valie y los Alejandros Batalla y Ojeda, conformando así un tribunal con toda la experiencia y solvencia necesaria para tomar una decisión tan trascendente.
Así, desde apenas pasadas las 18 hs, arrancó el show: Primero fue DeadGone, que desde Oberá entregaron un set de gran precisión y macicez de un metal moderno con grandes links con el nü metal. Luego le llegó el turno a una de las bandas más festejadas de la velada. Con divino encanto pero tremenda solvencia, los IRIS presentaron sus canciones con la suficiencia de veteranos, pero cabe aclarar que la mayoría aún no finalizó el secundario. Después de todo, los Soda Stereo o los Virus también fueron adolescentes alguna vez. “Recién estamos cumpliendo un año. Hay toda una vida que nos queda todavía”, expresaron al bajar del escenario. Aplausos generalizados para el futuro del rock… que ya llegó.
Luego de la muy festejada perfomance llegó el momento de acelerar a fondo y apretar los dientes con D la Nada, heavy metal argento, pero moderno. Letras anti sistema con el poder de La Renga y la furia de Iorio. “Neike, Neike” arengó el Flaco Sbardella, desde el micrófono, al cerrar su set con un furioso cover de “El Mensú”. Prosiguió Flotando en el Jardín, que sorprendió con un sonido que viajó del post rock al power de un bajo macizo y viola machacante, con vocalizaciones por momentos enchamigadas con el rap metal.
La noche seguía su curso y llegó el turno de LENTE, que llegados de Puerto Esperanza regalaron un set con toda la fuerza de este power trío spinettiano, para dejarle el turno a Manukas, de Leandro N Alem, y sus chacareras heavys matizadas con psicodelia. Manukas y su notable mixtura sonora… o cómo hacer q una guitarra llore sus penas a la sombra de un ombú, para luego invitar al pogo rabioso con los dientes apretados, mientras la batería pasa de bombo legüero lastimero a un beat machacante y marcial.
La parte de competencia iba llegando a su final cuando Mostro mostró sus dientes, para devorarse el escenario a caballo de su power funk con violas que viajaban de matices soul a cadencias hip hoperas, para que Jona, a quien le cabe como de molde la palabra FRONTMAN, viaje del flow a los gritos, sin hacer escalas.
Quizás fue cosa del destino, o tal vez no, que la primera banda elegida en las instancias regionales sea la encargada de cerrar el Mate Rock. Con Araucaria arengando al público presente, la etapa de competencia llegó a su final y dejándole la decisión al jurado y el escenario a Alejandra Melgarejo y su proyecto Aura Azul, que marca el regreso de esta gran vocalista a la escena local. Luego fue el turno de Ronda y los Nenekos, un seleccionado de músicos con que, de la mano de la espontaneidad y creatividad de su lideresa, no para de evolucionar.
Luego de cuatro horas de rock misionero del mejor, llegó el turno de Micol, que entre brillos y glamour, desplegó su esencia pop de alto caché para cerrar una jornada que cerró redonda y dejó a todos, tanto a los espectadores como a artistas, organizadores y producción, con una sonrisa dibujada. El Mate Rock fue un punto de inflexión en el rock local, y la aventura proseguirá.
Después de todo, tomarse un mate debajo de una araucaria escuchando rock, nunca será un mal plan.