El encierro puede afectar notablemente al núcleo familiar aumentando los efectos de la ansiedad o la depresión, entre otros factores. En ese marco, la psicóloga infantil, Emilia Lunge, se refirió al tema en comunicación con FM Capital.
Sobrevivir a la cuarentena “requiere de organización” para tener una rutina que no genere conflictos, señaló la especialista y se refirió específicamente al tema de la educación a distancia que puede verse en conflicto dependiendo de la situación que se vive en el hogar, “si hay una sola computadora y dos niños, hay dos niños que tienen que hacer tareas, sumado a los padres que hacen teletrabajo”.
En ese sentido, afirmó que hay que estar organizados, estableciendo prioridades. A esto, sumó el tema de la adaptación de los docentes, “les llevó un tiempo adaptarse a toda una dinámica nueva”.
Sobre los “nuevos” hábitos que pudieron haber adquirido los menores, debido al encierro y la falta de socialización con el exterior, la especialista señaló que puede manifestarse de diferente forma dependiendo de la edad ya que los más chicos no pueden manifestarse de la misma forma que los niños que ya pueden hablar y expresan sus emociones de otra manera. Entre esas manifestaciones señaló la irritabilidad, mostrar más apego o demandar más cariño por parte de los padres que ahora pueden estar más tiempo en sus casas, la falta de sueño o una “obsesión” por el Coronavirus y cuando “se va a ir para poder salir”.
Para sortear estas instancias, Lunge señaló que en la parte escolar “no hay que subirse al tren de tener todas las tareas sí o sí al día, porque cada niño tiene su tiempo” y remarcó que los padres deben ser más flexibles con sus hijos “porque el proceso de aprendizaje no es el mismo” que yendo todos los días al establecimiento educativo. Además, hay que observar el camino del aprendizaje de cada niño porque es un asunto individual, sin dejar de lado la responsabilidad que implica la educación y no lo complique al momento que se deba retornar a las aulas.
Sobre las dificultades en el aprendizaje, en ciertas materias, la licenciada afirmó que hay que apelar a la fantasía y al juego para que la enseñanza entre por otro lado, “los papás no son docentes”, indicó y agregó que “hacer del momento de tareas uno creativo, es fundamental”.
Además, recomendó que todos los procesos estén rodeados de creatividad “para ir fomentando la autonomía y hacer cosas solos”. La psicóloga afirmó que hay que reinventarse todo el tiempo para que el niño no se aburra después de tantos días de encierro, por ejemplo rearmando los espacios y reordenando juguetes, siempre teniendo en cuenta las posibilidades no solo de espacios sino también del tiempo con el que cuentan los adultos ya que este no es un periodo de vacaciones sino que muchos continúan con sus rutinas desde sus hogares sin contar “con niñeras o escuelas”.
También recomendó no ponerse metas muy altas “sino que hay que organizar el tiempo para que mientras uno está trabajando el niño pueda crear, medianamente solo, algunas cuestiones”. En ese sentido, sugirió el uso de plastilinas o elementos que le permitan crear y a su vez ensuciarse en algún pequeño espacio del hogar y así brindarle algo de tiempo libre a los padres.
Lunge indicó que a más de 50 días de cuarentena el ánimo ya no es el mismo, “todos estamos más cansados y es más difícil tolerar algunas cosas”. En ese marco, indicó que hay que tratar de volver al eje y tratar de buscar un tiempo a solas y recomienda acordar turnos entre cada padre “para poder renovar la energía”.
Como una de las prioridades principales, que la especialista señala como fundamental, se encuentra el diálogo “es la única herramienta que tenemos hoy para ir avanzando como familia”, remarcó.
También habló de la situación pos pandemia y cómo explicarles a los niños la situación de que los padres ya deben volver a salir pero, en cambio, ellos deben continuar encerrados.
Fuente: FM Capital