La juventud actual se caracteriza por postergar lo máximo posible el compromiso y la formación de una familia. Los viajes y el desarrollo profesional son sus prioridades. Estas nuevas metas de vida en conjunción con el uso de internet para relacionarse afectivamente dieron nacimiento a nuevos fenómenos amorosos. ‘Ghosting’, ‘breadcrumbing’, ‘benching’ y ‘cushioning’ son las principales situaciones que afectan la vida amorosa de los jóvenes de la era digital.
Ghosting
Según un estudio citado por ‘The Guardian’, esta es una situación que han vivido la mitad de los ingleses de ambos sexos que buscan citas en línea. Deviene de la palabra “ghost”, que en inglés significa fantasma, y quiere decir “hacerse el fantasma” o, dicho más claramente, “borrarse del mapa”. La instantaneidad de las nuevas tecnologías también llegó a las relaciones, las cuales terminan de un momento a otro sin ningún tipo de explicación.
¿Te pasó alguna vez? Conociste a alguien, comenzaste a hablar y parecía que la relación iba cada vez mejor, hasta que de pronto: silencio. Deja de responder tus mensajes y llamadas, y, en los casos más extremos, ni siquiera le llegan tus mensajes porque fuiste bloqueado. Este tipo de actitud le ahorra a la persona tener que enfrentar el incómodo momento de terminar una relación y ver sufrir a quien ilusionó. Mientras tanto, la víctima queda azotada por miles de preguntas.
Breadcrumbing
Cuando hablamos del amor en los tiempos de internet parece que el desapego y la desconsideración son una constante. ‘Breadcrumbing’ podría traducirse como “esparcir migajas de pan” y no es otra cosa que el viejo hábito de mantener el interés de alguien en uno dándole, cada cierto tiempo, alguna señal que mantenga viva la esperanza de un posible interés romántico o sexual, sin que llegue a concretarse nunca algún tipo de relación. Un ‘like’, un cómo estás a mitad de mañana, un mensaje de texto con una sutil coquetería, todo ello seguido por un abrupto silencio que es interrumpido solo semanas o meses más tarde, por un “te vi muy linda en una foto” ¿Te suena?
Benching
Significa dejar a un jugador en la banca (bench = banco, en inglés): no está fuera del juego, pero tampoco participa. Este tipo de acción se resume así: quien ejerce el benching, prueba otras posibilidades sin dejar de escribir a su víctima; por otro lado, ésta sabe que no está jugando de titular pero tampoco se siente completamente libre de jugar en otro equipo. Finalmente, estamos ante un nivel de manipulación y crueldad mayor que el del ghosting o el breadcrumbing.
Cushioning
Parece que nuestros padres y abuelos tenían razón: estas cosas antes no pasaban. Un ‘cushion’ o cojín tiene una función clara: atenuar, con su relleno de plumas, el impacto de un cuerpo que cae contra algo duro, como la madera de una cama. Por eso, en el plano del amor y las citas, se usa la palabra ‘cushioning’ cuando alguien está en una relación estable, pero en forma paralela flirtea con alguien “por si acaso”, a través de la privacidad que brinda un teléfono inteligente. El plan, más o menos consciente, es que el otro esté ahí, a mano y disponible, si la relación central se rompe. Su coartada: por lo general no hay consenso sobre si este tipo de encuentros, que ocurren solo a través del teléfono, constituyen o no una infidelidad.
¿Por qué son cada vez más frecuentes estas formas de relacionarse?
La mejor explicación la da la terapeuta de parejas Susan Winter a la revista ‘In Style’: “Tantas veces hay una pantalla mediando la comunicación que las interacciones son menos personales. Y como ya no son tan significativas, nuestra moral en torno a ellas se hace más laxa”.
Y vos, ¿ya fuiste víctima de algunos de estos nuevos fenómenos amorosos?