Docentes destacan que la incorporación de los dispositivos de vanguardia en materia de información y comunicaciones permite que sus estudiantes relacionen los conceptos legislativos con la información que ya poseen. Además, lo consideran un importante factor de motivación del aprendizaje. En las visitas que efectúan a la Cámara de Representantes, las comunidades educativas visitan el Recinto de sesiones, participan de una autoguía con realidad aumentada y acceden al Embajador Legislativo Misionero.
La profesora del colegio San Alberto Magno, de Posadas, Sandra Benítez efectuó las actividades propuestas, con los 62 estudiantes de segundo y tercer año. Resaltó la oportunidad de “traer a la práctica toda esa teoría que se trabaja dentro del curso para que ellos comprendan realmente cómo se lleva a cabo el proceso de la formación y sanción de leyes, y los requisitos para ser diputados y otras cuestiones teóricas que al hacerlo de manera práctica va a reafirmar más el conocimiento”.
Opinó que actividades, como la “autoguía”, son un ejemplo de un “buen uso” de la tecnología: consiste en un recorrido de las instalaciones legislativas buscando “marcadores” que brindan datos históricos y actuales, mediante el uso de una “tablet». “En este espacio ellos pueden aprender nuevas herramientas de trabajo y luego aplicarlas en la escuela”, agregó.
A pesar de sus frecuentes visitas a la Cámara, la docente se mostró sorprendida: “para mí también es algo nuevo, esta nueva metodología de trabajo me parece fantástica, porque antes veníamos con grupos reducidos y ahora podemos traer un curso completo, es una sorpresa cómo se organizaron y cómo reciben a los chicos”, expresó, refiriéndose a la modalidad de trabajo en subgrupos
Además, en el Recinto asisten a presentaciones audiovisuales y charlas sobre la historia del Poder Legislativo y el trabajo de los diputados, mientras que en el Embajador Legislativo utilizan computadoras y programas informáticos lúdicos para aprender cómo se realiza una ley, entre otros temas.
Tiago Belloni Lastra, estudiante del mismo colegio, dijo que “el uso de los dispositivos tecnológicos ayuda a entender de otra forma más interesante que leyendo de libros”. Su par, Milagro Benítez, registró en una planilla “datos históricos y actuales” que le permiten complementar la información que habían leído previamente.
“Estuvimos viendo un recorrido virtual de cómo se hace un proyecto de ley y todos los pasos que hay que seguir”, relató la estudiante Irina Rojas al salir del Embajador Legislativo Misionero. “Es más fácil aprender y no se hace tan pesado estudiar así”, admitió.
También 34 estudiantes del nivel primario del Instituto Inmaculada Concepción visitaron la Cámara, “para ver cómo se sancionan las leyes, cómo está compuesto el Poder Legislativo y cómo se usa la tecnología”, explicó la docente Dolores Rodríguez, quien visitó la Cámara por primera vez. Fueron recibidos por el diputado Martín Cesino, que les dio la bienvenida a los niños y les explicó su función: “trabajamos todos los días haciendo leyes que salen de la necesidad del Pueblo, para que ustedes puedan ir a la escuela, son leyes de salud, de educación”, ejemplificó el legislador.
Los estudiantes del Instituto Yaparí y del BOP35, de Garupá, también visitaron la Cámara de Representantes. “La experiencia fue intensa, hice todo el recorrido del Embajador, me voy sabiendo más de lo que se hace en la Legislatura”, expresó Milena Fernández, quien participó junto con sus 34 colegas del BOP35.
La profesora María Torres visitó la Cámara con los estudiantes de la EPET 34 de Posadas. Dijo que en el Embajador vieron ·cómo es el tratamiento de una ley, en un formato digital, otra metodología de aprendizaje, mucho mejor porque los chicos se interesan mucho más que en una clase en el aula”.
“Para nosotros es muy importante que los chicos puedan vivir esta experiencia, es la primera vez que vienen y la verdad estamos muy contentos”, agregó.
Además de los estudiantes de primaria y secundaria, también participan los universitarios, como el caso de Marianel Ortiz, de la Universidad Católica de Santa Fe, quien asistió con sus compañeros de la carrera de abogacía, con quienes eran 60 en total. “Me gustó mucho la experiencia fue una forma representativa de todo lo que uno da en la clase, todo lo teórico, es mucho más explícito, lo podés palpar, lo podés vivir”, ilustró.