La Conferencia Episcopal Argentina comenzó este miércoles a discutir la creación de una Comisión Nacional para la Prevención de Abusos Sexuales, que se va a encargar de capacitar tanto a laicos como sacerdotes y seminaristas para sensibilizar sobre el tema, tras las denuncias y procesos abiertos en el país por casos perpetrados por clérigos.
Durante la mañana del segundo día de la 113° Asamblea Plenaria, los cien obispos de todo el país abordaron el tema de abuso de menores y personas vulnerables.
La Comisión Episcopal de Ministerios presentó en el transcurso de la asamblea una propuesta de trabajo para la prevención de abuso de menores y adultos vulnerables.
Para su elaboración se ha trabajado con especialistas en distintas disciplinas y se viajó a Chile para conocer la experiencia del Consejo Nacional de Prevención de Abusos de la Conferencia Episcopal de ese país.
El tema fue anticipado en la última reunión de la Comisión Permanente y ahora será puesto a consideración del plenario de obispos.
«Esta mañana nos reunimos con los obispos para discutir la creación de una Comisión Nacional para la prevención de abusos sexuales, que se va a encargar de capacitar tanto a laicos como sacerdotes y seminaristas para sensibilizar sobre el tema. Estamos dando los primeros pasos, tenemos mucho que aprender de la sociedad civil», le dijo monseñor Sergio Buenanueva.
«Esta es una guerra en curso, tenemos algunas batallas ganadas y muchas pérdidas. Dentro de la Iglesia es un tema que genera mucha bronca, porque la mayor parte de los sacerdotes no son abusadores», acotó.
La Conferencia Episcopal Argentina ya tiene en vigencia desde 2015 las líneas guía de actuación en el caso de denuncias de abusos sexuales en las que los acusados sean clérigos y las presuntas víctimas menores de edad.
Durante la mañana de hoy expusieron monseñor Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco y presidente de la Comisión Episcopal de Ministerios, la especialista Alicia Zanutti de Savanti y el presbítero Juan Pablo Dreidemie.
Presentaron aspectos específicos del problema desde diversos ámbitos disciplinarios y una serie de propuestas que serán votadas por la asamblea en los próximos días.
La asamblea plenaria de obispos sesiona desde ayer y hasta el sábado en la casa de retiros El Cenáculo-La Montonera de Pilar, presidida por el titular del Episcopado, monseñor José María Arancedo.
Las líneas guía siguen la línea de «tolerancia cero» con los curas pederastas que impuso el papa Benedicto XVI y profundizó su sucesor Francisco, y desactiva la actuación anterior de los obispos, que solían ocultar y proteger a los acusados de este delito.
En este sentido, el Episcopado comenzó a exigir desde «una declaración jurada otorgada por el superior que acredite su aptitud y ausencia de antecedentes» de abusos a los religiosos y sacerdotes que sean traslados a diócesis argentinas.
«Estamos dando los primeros pasos en cuanto a prevención de casos de abuso para lo que tenemos que capacitar no sólo a los integrantes de la Iglesia sino a la sociedad. Y sabemos que nos falta mucho por hacer en los casos ya consumados. No contamos con estadísticas firmes», dijo monseñor Buenanueva, y consideró que la discrecionalidad que existe en el momento de darle curso a las denuncias conspira contra la tolerancia cero propuesta por Francisco.