Existen varios estudios sobre la diferencia de ingresos que hay entre quienes solo tienen título secundario y quienes han estudiado una carrera de grado o incluso posgrado. Por ejemplo, en 2015, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) afirmó que el título de licenciatura traía aparejada una ventaja de 60% en los ingresos en promedio, mientras que la tasa de desempleo era de 3,7 por ciento frente a una de 7,2% en promedio en el caso de los graduados secundarios. Sin embargo, ahora, mediante otra investigación, la OCDE ha descubierto que los licenciados no sólo ganan más, sino que viven más.
Según este Organismo, en un mismo país europeo la esperanza de vida a los 25 años de edad puede variar en hasta ocho años según los niveles de estudios. En Chicago la diferencia llega hasta 13 años según uno sea licenciado o no. El estudio demuestra así que la educación no solo ayuda a mejorar las expectativas laborales y las posibilidades dentro del mercado laboral, sino que incrementa la salud, la participación ciudadana y ayuda a contener la violencia. De esta manera, desde la OCDE concluyen en que el estado de bienestar de una población también está relacionado con el nivel de estudios de sus integrantes, por eso insisten que la inversión en la educación forma parte de una política para una vida mejor.
Pero, no es el único estudio que corrobora estos datos, según una investigación de la Fundación Británica del Corazón y el Consejo de Investigaciones Médicas (MRC) de Reino Unido, si estudias mucho envejeces más tarde. Como dato curioso, la idea de buscar en la educación la respuesta a la longevidad surgió en 1999 en la Universidad de Columbia, cuando una estudiante leyó en un diario de 1969 que tres economistas relacionaban educación con salud y aconsejaban mejorar la salud invirtiendo en educación.