La jugadora del equipo de «Las Villeras» fue autorizada por la Asociación del Fútbol Argentino para disputar el torneo de Fútbol Femenino de la Argentina.
Mara Gómez, la futbolista de Villa San Carlos, recibió finalmente la habilitación de la AFA y se convertirá en la primera jugadora trans en participar en la Primera División del fútbol femenino de la Argentina, en un hecho histórico en materia de inclusión.
«Hoy soy oficialmente jugadora de la máxima categoría del fútbol argentino», escribió Mara en sus cuentas de Facebook e Instagram, donde compartió la noticia junto a una foto de cuando firmó (pre-pandemia) un acuerdo con la AFA.
«Fue largo el camino, fueron muchos los obstáculos, muchos los miedos y tristezas. Aquello que un día me hizo pensar que no iba a ser nadie, que nunca iba a tener la oportunidad de ser feliz en mi vida hoy se revierte. Estaré cumpliendo una de las metas más grandes de mi vida. Eso que creí indispensable, que nunca iba a suceder», continuó la jugadora de Villa San Carlos.
Mara Stefanía Gómez, de 22 años, no formó parte del plantel que debutó esta mañana en el torneo de Transición de fútbol femenino de AFA contra Racing (las ‘Villeras’ perdieron por 3 a 0), pero ya fue habilitada por la entidad que preside Claudio ‘Chiqui’ Tapia y podría hacer su presentación oficial en la segunda fecha como local ante Lanús.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) tomó como jurisprudencia la Ley 26.743 de Identidad de Género, sancionada en nuestro país en 2012, para habilitar a Mara. Esa ley, entre otras cosas, establece la obligatoriedad de que las personas trans sean tratadas de acuerdo a su identidad de género autopercibida.
«A mí el fútbol me salvó la vida», le contó Mara Gómez en una entrevista por el Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+, donde la jugadora reconoció que tuvo varios intentos de suicidio por el bullying y la discriminación de la que fue víctima durante toda su infancia y juventud.
«Tenía 15 años. Una vecina me socorrió. Y en ese período me invitaron mis vecinas a jugar al fútbol. Lo tomé como una diversión pero con el fútbol encontré un medio de contención social y me ayudaba a olvidar todo lo malo. Me salvó la vida», aseguró por entonces Mara, que hace casi un año esperaba la habilitación de la AFA.
«Las personas trans no tenemos opciones prácticamente, la expectativa de vida es de entre 30 y 40 años, nadie nos da trabajo, nos excluyen desde nuestras familias y hasta en el sistema de salud cuando te atienden mal en un hospital. El mismo hombre hétero cis que te bloquea la posibilidad laboral es el mismo que después te consume en la prostitución, que es una salida que muches encuentran. Se trata de vivir o de morir simplemente, es muy complicado», describió Mara, estudiante de Enfermería.
Frente a esa cruda realidad, Gómez reclamaba: «Una sociedad con oportunidades y que se entienda que la capacidad viene de la cabeza, no de los genitales, y que somos personas». A quienes la chicanean con que corre con alguna «ventaja física», Mara da el ejemplo de Lionel Messi, quien mide menos de 1.70 metro. «Es el mejor de todos pero sin ser físicamente imponente. Tuvo que irse de chico a tratarse para crecer de altura. El fútbol no es una cuestión física sino de habilidades».
La inclusión de deportistas trans es un debate abierto para las autoridades del mundo del deporte, al punto que el Comité Olímpico Internacional (COI) recomendó que ya no es «necesaria una operación para competir en la rama correspondiente a la identidad de género que expresan» pensando en los países que no cuenten con Ley de Identidad de Género. En la Argentina, afortunadamente, existe ese derecho y por eso Mara Gómez será la primera trans en jugar en la máxima categoría del fútbol femenino.
«Gracias a toda la gente que desde el primer momento me acompañó y apoyó, y creyó en mí. Gracias totales a Juan Cruz Vitale (DT) y a Villa San Carlos por haberme dado la oportunidad. Gracias a mi representante Lorena Berdula que dedicó tanto de su tiempo para acompañarme en el proceso y por enseñarme mucho. Y gracias a mi familia que siempre me abrazó y me dio fuerzas», cerró Gómez en su posteo.