El próximo 23 de junio Francisco José «Buby» Somogyi e Hilda «Pepa» Sosa cumplirán 60 años de casados. Ahora con 82 años de edad, y 51 abrazando el anhelo de ser propietarios de su lote ubicado en el Km 308, de Fracrán, del Municipio de San Vicente, se sienten felices.
El martes, su sueño se hizo realidad cuando en el salón comunitario del Paraje San Alfonso, la subsecretaría de Tierras y Colonización, a cargo de Sonia Melo, y el intendente Fabián Rodrígez (FR), les entregaron su título de propiedad, junto al de otras familias.
El matrimonio trabajó gran parte de su vida produciendo cultivos anuales, entre ellos maíz, porotos, mandiocas, y criando ovejas, junto a sus hijos. Con sus propios recursos pagaron las mensuras del terreno donde está ubicada la chacra e iniciaron los trámites para obtener la regularización. Tuvieron que pasar más de 50 años, y ahora por fin podrán vivir con esa tranquilidad, ya jubilados y con el trabajo productivo a cargo de su hijo Hugo, que vive en la misma chacra, a pocos metros de la Ruta Nacional 14.
La felicidad de ser dueños dueños de la tierra
La felicidad de Francisco Somogyi al recibir la carpeta con el título de propiedad, junto a su esposa, de manos de la funcionaria provincial de Tierras, fue muy reconfortante para todos y todas quienes los conocen y saben de su esfuerzo.
«Por fin llegó el día. No queríamos morirnos sin tener nuestro título», le expresaron al diputado Sereno, quien acompañó la actividad.
«Hace 51 años que vivimos en ese lote y más de 22 que compramos la tierra; pero después por vender una parte, se anuló la totalidad de la compra y tuvimos que litigar y poner más plata. En 2015 por fin terminamos de pagar todo de nuevo, y hoy gracias a Dios y al compromiso de este diputado, de Javier y de todos los que se ocuparon de nosotros, tenemos el título», sostuvo.
Contó que vive en el lote del Km 308 desde el año 1971; cuando llegó con su mujer y dos hijos; después nacieron dos más, y ahora tiene nietos y bisnietos. «Es una alegría inmensa sentirnos dueños de la tierra donde vivimos la mayor parte de nuestras vidas. Ahora sé con seguridad que nadie nos podrá desalojar. Y el día que me toque partir para otro mundo, me voy a ir tranquilo porque sé que dejo un bien logrado con esfuerzo para mi familia», manifestó.