En cuanto a lo que nutrición refiere, constantemente estamos bombardeados con información errónea. Dietas o alimentos mágicos con propiedades milagrosas.
Pensemos un instante, si realmente estos productos o alimentos funcionaran, ¿existiría la obesidad?.
Tengamos en cuenta que cada dieta en cada persona es diferente, todas las personas somos distintas y contamos con características propias (cuando me refiero a dieta me refiero a los alimentos que ingerimos en el día).
Entre esas características nos encontramos con: la situación biológica (edad, sexo, embarazo, lactancia, niñez, edad adulta), composición corporal (porcentajes de grasa y músculo, altura, contextura), tipo de actividad física, patologías digestivas o no, genética (antecedentes familiares), etc.
Por eso una dieta sacada de una revista, de internet o de una cuenta de Instagram puede que no sea la adecuada para la persona en cuestión. O puede que este “régimen” funcione, logremos los objetivos, pero luego recuperemos todo el peso perdido. Esto pasa porque no aprendimos a comer, aprendimos a hacer dieta. Y comienza un circulo sin fin, de engordo hago dieta engordo hago dieta.
Entonces, ¿cuál sería la propuesta? Te propongo que empieces a nutrirte y comer con conciencia.
La alimentación es un proceso que nos genera placer, que nos ayuda a reponernos, a estimularnos y llenarnos de energía.
Por eso a la hora de elegir qué comer debemos hacerlo sabiamente, no por nada la frase dice “somos lo que comemos”. Tratemos de seleccionar los alimentos menos procesados como frutas, verduras, granos enteros, semillas, frutos secos, leguminosas, cereales, harinas integrales, carnes, huevos, lácteos.
Por eso no hagas dietas de moda, comé a conciencia pensando que esta alimentación en el futuro te evitará una visita al doctor.
Cualquier duda consultame en Instagram o Facebook nutriama.salud o en la dirección de correo jessibordon23@gmail.com.
Lic. Jessica Bordón. MP 278.