Por Martín Boerr*
Por más que la crisis impone a los políticos no hablar de candidaturas y elecciones, porque la sociedad no lo podría digerir, el 2023 está a la vuelta de la esquina y nadie se mueve en la arena política sin tener en cuenta ese año que promete ser una bisagra en la vida política e institucional de una Argentina que pide cambios de fondo.
Y en Misiones la estrategia del oficialismo parece ser apostar todas las fichas a los altos niveles de aceptación y popularidad del gobernador Oscar Herrera Ahuad, quien no puede presentarse para renovar su mandato en 2023, cabe aclarar.
Es un capital político extraordinario en un tiempo en que la sociedad ante la clase política tiene una actitud muy parecida al “que se vayan todos” de 2001-2002.
El mandatario desarrolló un perfil de mostrarse a la par de la gente que en cualquier dirigente implica un riesgo. Es un arma de doble filo, por el riesgo de caer en la sobreactuación impostada. Sin embargo, el ex ministro de Salud es auténtico en el mano a mano con la gente de a pie y la gente lo aceptó.
Puede caminar a Loreto en la peregrinación, ayudar a los mozos a servir la mesa de un asado o trabajar como censista.
En el caso de Herrera Ahuad, el médico ya era así, ya tenía ese estilo en la gestión. La sencillez es un rasgo auténtico de su personalidad y su carrera como médico siempre estuvo vinculada al trato con sectores muy populares.
Probablemente Oscar Herrera Ahuad sea uno de los gobernadores con menos “labia” y pocas aptitudes para el discurso de tribuna entre todos los mandatarios que tuvo Misiones desde la recuperación de la Democracia para acá.
En lugar de tomar eso como una limitante, terminó siendo una virtud por los tiempos que vive la sociedad argentina. Y Herrera Ahuad, consciente o inconscientemente supo darle una vuelta de rosca a ese perfil con resultados muy positivos.
“Supo leer los tiempos políticos correctamente, mejor que ningún otro dirigente”, señaló a Plan B, uno de los hombres de máxima confianza de Rovira.
Ahora la estrategia es “Oscarizar” la campaña y mostrar a los principales potenciales candidatos, como Hugo Passalacqua a la cabeza, y un poco más atrás Carlos Arce y Leonardo “Lalo” Stelatto siempre de la mano del gobernador, que será un elector importante en el 2023 por la aceptación con la que va a abandonar el cargo si todo sigue como hasta ahora.
En las filas renovadoras analizan encuestas y hay un sentimiento generalizado: el peligro, si es que alguna vez lo hubo, ya pasó. Tras las dos derrotas del año pasado (PASO de septiembre y generales de noviembre), la oposición una vez más volvió a perder el tren de constituirse como una verdadera fuerza política que dispute el poder.
¿Quién va a ser el candidato de la Renovación en 2023? La decisión, una vez más, recae en una sola persona: Carlos Rovira. Y por lo que dicen quienes hablan con el lider renovador, la decisión se va a tomar más adelante.
Aunque el ex gobernador Hugo Passalacqua parece correr con más chances que sus rivales en esa puja interna que como todo en el oficialismo, carece de debate y diferencias en público.
