El colesterol se puede valorar o medir con un análisis de la sangre. Cuando uno mide el colesterol en sangre, habitualmente mide varias “porciones” de ese colesterol que circula.
¿Cuáles son los tipos de colesterol?
El colesterol en la sangre no se mueve por el cuerpo por sí solo. Se combina con proteínas para viajar por el torrente sanguíneo. El colesterol y las proteínas que viajan juntas se llaman lipoproteínas (lipo de grasa y proteínas).
Es así que según la composición y el recorrido que realizan y su función, podemos encontrar:
-El colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad), o «colesterol malo»: transporta el colesterol desde el hígado al torrente sanguíneo, donde puede adherirse a los vasos sanguíneos.
-El colesterol HDL (lipoproteína de alta densidad), o «colesterol bueno»: transporta el colesterol en la sangre al hígado, donde se descompone para luego eliminarse.
Lo que habitualmente buscamos es que el paciente tenga el colesterol LDL o malo por debajo de ciertos valores y el HDL o bueno por encima de ciertos valores. Esos valores son variables y dependen mucho del perfil de riesgo del paciente. Por ejemplo si lo medimos en una persona joven, sana, sin otros factores de riesgo se le va a pedir que no tenga LDL por encima de 160 o 190 mg/dl por ejemplo, y a otro paciente que tenga más de 45 años, que haya tenido un infarto o que sea diabético o fume, seguramente se le va a buscar lograr valores por debajo de 100 mg/dl de LDL.
Que se trate con medicación o se intente corregir con dieta y ejercicio solamente depende exactamente de lo mismo.
¿Cómo puedo prevenir el colesterol alto?
Coma una dieta saludable que incluya muchas frutas, verduras y granos enteros y trate de reducir los productos derivados o de origen animal, sobre todos aquellos con alto contenido de grasas (manteca o leche entera por ejemplo).
Limite las bebidas y los alimentos que tienen mucha grasa o azúcar, como las bebidas azucaradas, los dulces ya que un exceso de azúcares en el organismo se transforma finalmente en grasas si no se metaboliza o se gasta adecuadamente.
Hacer ejercicio aeróbico en forma regular no solo disminuye el LDL sino que está comprobado que aumenta los niveles de HDL.