El diputado del Partido Agrario y Social, Héctor “Cacho” Bárbaro, y los voluntarios de Plato Lleno Posadas, elaboraron y presentaron en la Legislatura un proyecto de Ley para regular y posibilitar la donación voluntaria de excedentes de alimentos en forma segura y masiva, con el fin de hacer realidad con más fuerza el lema de la ONG: «La comida no se tira».
El proyecto de ley Donal Misiones deberá ser discutido en las comisiones respectivas en la Cámara de Diputados a las que esperan poder asistir los voluntarios de Plato Lleno para explicar su necesidad. “Hay gente con carencias alimentarias y hay comida que está en excelente estado para ser consumida, pero se termina tirando a la basura” resumieron los protagonistas del rescate de más de diez mil kilos de comida en Posadas en los dos últimos años.
El proyecto de ley prevé un mecanismo regulador de las donaciones de alimentos aptos para ser consumidos, y que establece obligaciones y parámetros, pero también contempla incentivos.
Uno de los puntos más interesantes, sobre todo para supermercados, mayoristas, empresas distribuidoras, hoteles, restaurantes, etc. es la limitación de la responsabilidad civil de los donantes en caso de que cumplan los requisitos y se encuentren debidamente inscriptos en un registro especial. Este punto es uno de los más reclamados a la hora de negar la donación por temor a demandas judiciales posteriores.
El Régimen Provincial para la donación de alimentos propone crear un registro de donatarios y otro de donantes y establece requisitos y estándares que ambos deben cumplir para asegurar la llegada de la comida en condiciones óptimas a las personas en situación de vulnerabilidad. También establece una serie de exigencias para la manipulación de estos alimentos y su distribución, y una quita parcial de impuestos provinciales para los donantes debidamente inscriptos en períodos determinados.
Se trata de alimentos que no se pueden comercializar por fallas en el empaquetado, por roturas, etc, especialmente en cadenas de supermercados, hipermercados, mayoristas, etc, los que pese a estar en óptimas condiciones para ser consumidos, van a parar a los contenedores.