Alfonso «Fafi» Díaz pasó por P16 Radio donde nos contó sobre su trayectoria, su forma de ver el fútbol y a su profesión. Por su desempeño, como árbitro de fútbol infantil, el año pasado fue declarado personalidad destacada del deporte por el Concejo Deliberante de Posadas. Fafi se desempeña como referí no sólo en el fútbol infantil, sino en partidos de Liga Posadeña y de futsal. El árbitro fomenta un juego divertido, vistoso, a favor del compañerismo y en contra de la violencia dentro y fuera de la cancha.
“Siempre le digo a los chicos que inician en el arbitraje que tienen que entrar a la cancha sabiendo que para la gente del fútbol no hay árbitro bueno”, señaló afirmando que, con esa premisa en mente, el árbitro entra a la cancha con una actitud de superación, buscando ser mejor.
-¿Los árbitros son hinchas de algún equipo de fútbol?
Yo soy de River. Siempre tenemos un equipo, pero yo hago mi trabajo. Ser de un equipo no quita que uno tenga que hacer un trabajo responsable.
-¿Ustedes escuchan todo lo que le dicen desde las tribunas?
Y no tanto porque la concentración que tenés que tener para un partido es mucha, pero se escucha se escucha.
Yo tuve la suerte de que no me han dicho muchas cosas malas, al contrario. Pero eso se gana con un trabajo serio tratando bien a los chicos, más que nada al respecto. Siempre he dicho que la gente grande, los adultos, no escuchan a los chicos con lo cual no lo respetan. A usted le respetan los chicos y lo adoran después. Yo los escucho y los respeto.
El año que viene voy a cumplir 20 años de árbitro, bastante, y arranque de viejo porque tenía 43 años cuando arranqué.
-¿Y antes que hacías?
Antes trabajaba en seguros. Yo era empleado de las compañías de seguro y lo que tienen es que abren y cierran y cuando me di cuenta me quedé sin trabajo a una edad en la que me sentía muy bien, a los 42 años, pero el campo laboral se me cerró por completo hasta que apareció un amigazo que es Bubi Fernández y me invitó para ser árbitro, algo que jamás quise, pero luego lo tomé como una profesión y no me fue mal.
-¿Por qué no querías ser árbitro?
Porque es el lugar más ingrato para vivir el fútbol. Yo fui, y sigo siendo jugador, hice el curso de técnico pero no lo terminé, por el arbitraje, estudié Periodismo y también lo dejé. Pero después le tomé como un gustito mejor el arbitraje porque me di cuenta de que haciendo bien las cosas, respetando a la gente, a los chicos, te toman cierto cariño. Yo soy uno de los privilegiados en esto, porque la verdad es que la gente está conmigo aparentemente, más allá de que alguna puteada recibiré.
-Pero, ¿sentiste que tenías una misión, un objetivo, más allá del arbitraje?
Exactamente. Hoy estoy dirigiendo a los hijos de los chicos que empezaron cuando yo comencé a dirigir. Ya pasamos generaciones.
-¿Qué tiene de ingrato la profesión?
Y, justamente, la no valoración al árbitro. Porque la gente no tiene paciencia y no comprende que un árbitro se pueda equivocar y sale con los insultos, el agravio, las amenazas dentro de la cancha, todo eso es horrible porque yo soy antiviolento totalmente, con decirte que yo tengo tres hijos y jamás tuve la necesidad de pegarlos para que aprendan algo. A mí, a mi edad, en mi época mis padres jamás me pegaron, entonces ahí yo arranco, soy antiviolento.
-¿Se ve más violencia ahora en la cancha?
Sí, sí. Cada vez está más violento.
-¿Y por qué se da eso?
No quiero generalizar, pero arranquemos desde los mismo profes, hay profes que pretenden ganar cueste lo que cueste y no es así con los chicos. Si yo, que soy la cabeza del grupo, me pongo a gritar, a ellos o al árbitro, los chicos se contagian eso y lo más honesto que hay en el fútbol son justamente los chicos: no te protestan, no pegan, no tienen mala leche. Nadie es violento, si alguno comete una falta fuerte es porque se le fue pero no lo hacen con intención. Pero, ¿cómo haces para pararle a los demás?, arranca el profe y salen los padres y ya no los podes contener a todos.
Ahora está más calma la tribuna porque sancionan al club con quita de puntos y demás, entonces yo me tomo el atrevimiento de aplaudir a la tribuna que se comporta.
Cuando arranque en la profesión, los árbitros no estaban muy concientizados en cuanto a cultura y educación pero hoy día tienen más estudios y están más educados y eso viene bien para contener a los chicos.
-Y hay árbitras también…
Si, y están bien las chicas, han aprendido bien. Tenemos buenos instructores en la Liga. Después hay que ver cómo lo vuelcan en la cancha. A mí me encanta que las mujeres se metan en el fútbol, ¿por qué no?. Las mujeres son muy honestas para jugar, son pocas las que protestan, no pegan, juegan, se divierten.