En una semana muy convulsionada por la guerra desatada entre la Federación Rusa y Ucrania, la Argentina tuvo noticias propias.
El Ministerio de Economía continúa las negociaciones con el FMI, en vistas de cerrar los aspectos finales del acuerdo en el corriente mes. De hecho, se conoció información que apunta al recorte de subsidios a la energía, revisión de los regímenes especiales de jubilación, y limitación de las transferencias a las provincias.
También se conocieron los datos Actividad Económica de diciembre del 2021, que dan cuenta de subas mensuales, y un salto de casi un 10% en el nivel de actividad. Los sectores que más se recuperaron interanualmente en enero son Hoteles y Restaurantes, rubro especialmente golpeado por las restricciones de circulación, que pese a presentar subas superiores al 40% interanual, no logra recuperarse hasta los valores en los que se encontraba previo al acaecimiento de la pandemia; situación similar se produce en el segundo rubro que encabeza los crecimientos interanuales, Transporte y comunicaciones.
La balanza comercial, por otro lado, resultó positiva para el mes de enero, aunque el saldo se redujo. Muestra de ello son los crecimientos interanuales tanto de las exportaciones (un 12,9%), como de las importaciones, que se elevaron al 36,6% i.a.
En el plano internacional, los precios de los combustibles comenzaron a acelerar su ya rápida escalada, similar a los precios de la soja (que sufrieron una caída a partir de la jornada del jueves), el oro, que estabilizó su precio luego de una suba vertiginosa, y el trigo, cuyas exportaciones tienen casi un tercio de origen ruso-ucraniano.
El aumento en el precio de los granos puede presuponer un escenario favorable para la Argentina teniendo en cuenta la necesidad de divisas del país de cara al desafío de acumular más de USD 5.000 millones en reservas internacionales durante este año, de acuerdo a lo que se estaría acordando con el FMI. Sin embargo, también aumentaron el petróleo y el gas, siendo que el segundo tiene un gran peso en la generación de energía eléctrica, por lo cual puede implicar mayores desembolsos de divisas por la importación de este producto y, eventualmente, más gastos en subsidios.
Fuente: Fundación Frontera Económica