Uno de cada cuatro adultos mayores está insatisfecho con la atención que recibe en la salud

Según un informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA presentado este viernes en el que se caracterizó a esta población desconforme como de bajos o muy escasos recursos, con poco nivel de instrucción educativa y residente en el conurbano bonaerense.

Uno de cada cuatro adultos mayores no está satisfecho con la atención que recibe a sus necesidades en salud, concluyó un informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA presentado hoy en el que se caracterizó a esta población desconforme como de bajos o muy escasos recursos, con poco nivel de instrucción educativa y residente en el conurbano bonaerense.

«Nuestro objetivo con este trabajo es poder caracterizar quiénes son estas personas mayores que se encuentran insatisfechas con la atención que reciben en salud; uno podría pensar que el 75 por ciento está satisfecho y alegrarse con eso, nosotros queremos trabajar sobre la población con la que estamos en deuda y determinar por qué sucede», indicó Enrique Amadasi, coordinador del estudio.

El trabajo, denominado «Las condiciones de salud de las personas mayores. Sus aspectos más críticos», fue elaborado por el Barómetro de la Deuda Social con las Personas Mayores, dependiente del Observatorio, y la Fundación Navarro Viola sobre la Encuesta de la Deuda Social Argentina de la UCA realizada a 5.700 hogares de los 19 conglomerados urbanos principales de todo el país.

«Acerca de cuán satisfechas o insatisfechas vieron sus necesidades las personas encuestadas, (…) una de cada 4 respondió estar poco o nada satisfecha. Es una proporción elevada, no sólo porque afecta a muchos, sino también por el gasto tanto público como privado destinado a tal efecto», señaló el informe que relevó la población de más de 60 años.

Al caracterizar esta población insatisfecha, el documento alertó que no existe una diferencia sustancial de género (aunque la proporción de las mujeres es un poco mayor) ni de edades, sino que estas personas tienen características comunes socioeconómicas: para comenzar, «más de la mitad (el 57,9%) pertenecen al estrato muy bajo; y una de cada cuatro (24%) pertenece al estrato bajo».

«Dicho en otros términos pertenecen a los estratos muy bajo y bajo tres de cada cuatro personas que declaran sus necesidades de atención poco o nada satisfechas; y solo una de cada cuatro que así declara pertenece a los estratos medios, especialmente al medio bajo», puntualizó.

El reporte pudo establecer que «el 77,9% de las personas insatisfechas en esta dimensión (salud) exhiben menos credenciales educativas (el secundario incompleto como máximo nivel de instrucción); y su peso es mucho mayor que el correspondiente en la población total de mayores (62,4%)».

«Esta vinculación ya la hemos comprobado en otros trabajos, es decir, la educación termina siendo un indicador de acceso a todos los órdenes: ingreso, salud, trabajo, y también en la satisfacción de vida», describió Amadasi.

En referencia a las regiones geográficas, «dos de cada tres individuos mayores insatisfechos (65%) residen en el conurbano bonaerense».

Más allá de la percepción sobre los servicios de salud, el trabajo confirmó que la actividad física «sigue siendo una deuda pendiente en los adultos mayores», ya que el 71,1% registra déficit de práctica de ejercicio físico; y una de cada cuatro personas con este tipo de déficit tiene 75 años o más.

«Esto no significa que las personas mayores tienen que estar en el gimnasio, sino que lo que aquí consideramos es que ni siquiera hacen una caminata, lo que es un indicador de ausencia dentro de lo que consideramos como ‘hábitos preventivos'», detalló Amadasi.

En referencia a la percepción de los adultos mayores sobre su estado de salud, el 23,9% de la población de 60 años y más declara tener «bastantes problemas de salud y/o padecer alguna enfermedad crónica o grave», lo que duplica la percepción que tiene el total de la población sobre el tema.

Sin embargo, a la hora de indagar sobre el malestar psicológico, la percepción de situaciones de depresión y/o ansiedad, las personas mayores tienen un registro similar al de la población en general, 23,6% y 21,6% respectivamente.

«Estos datos se traducen de esta manera: mientras que en referencia a la salud física se auto-perciben peor que la población en general, en términos de malestar psicológico no están diferente al resto, lo que desmitifica un poco la idea del ‘viejo gruñón'», describió el coordinador del trabajo.

Para Amadasi, «otro dato en el mismo sentido fue que el 80,6%, incluso reconociendo su salud comprometida, no declaran sentimientos de infelicidad», y más, «7 de cada 10 personas mayores, aún cuando perciben su salud comprometida, no tienen dificultades para pensar proyectos personales».

«Las condiciones de salud de las personas mayores. Sus aspectos más críticos» es el tercer trabajo del Barómetro de la Deuda Social con las Personas Mayores, en el que se abordaron diferentes temáticas: el último había sido «El desafío de la diversidad en el envejecimiento. Familia, sociabilidad y bienestar en un nuevo contexto» en el que documentaron la amplia heterogeneidad que tiene la población mayor de 60 años.

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