#DesafíoCoaching: Encontrá el sentido de dirección

Viste la película “como si fuera la primera vez”? Protagonizada por Drew Barrymore y Adam Sandler, en la cual ella (Lucy) padece de una enfermedad en su memoria y no puede acordarse nada de lo que vivió un día anterior.

Cualquier persona que quiera crecer pero que no se conozca a sí misma es muy parecida en muchas formas a Lucy. Para crecer, debemos conocernos a nosotros mismos: nuestros puntos fuertes y debilidades, intereses y nuestras oportunidades. Tenemos que ser capaces de evaluar no solo dónde estuvimos, sino también dónde nos encontramos ahora, o de lo contrario no vamos a poder establecer un curso hacia dónde dirigirnos. Y claro está, cada vez que queramos aprender algo, debemos ser capaces de tomar lo nuevo que aprendimos hoy y construir sobre lo que aprendimos ayer para seguir creciendo. Esa es la mejor manera de conseguir tracción y seguir desarrollándonos.

Para desarrollar nuestro potencial, como dije, tenemos que saber hacia dónde queremos ir y dónde nos encontramos ahora. Sin estas dos partes de información, es muy probable que nos perdamos. Conocernos a nosotros mismos es como leer “Usted está aquí” en un mapa cuando queremos encontrar el camino hacia algún lugar.

A menudo se ven tres tipos de personas cuando se trata de tener dirección en la vida:

  1. Personas que no saben lo que les gustaría hacer:

Estas personas por lo general están confundidas. Carecen de un fuerte sentimiento de propósito. No tienen una sensación de dirección para sus vidas. Si están creciendo, no lo están haciendo enfocados. Van a la deriva, no pueden desarrollar su potencial porque no tienen idea de dónde están apuntando.

  1. Personas que saben lo que les gustaría hacer pero no lo hacen:

Estas personas por lo general están frustradas. Cada día experimentan la brecha entre el lugar donde se encuentran y donde quieren estar. A veces no están haciendo lo que quieren porque les preocupa que eso les haga descuidar otras responsabilidades, como proveer para su familia. A veces no están dispuestos a pagar el precio de aprender, crecer y acercarse a donde quieren estar. Otras veces el temor les impide cambiar el rumbo para ir en pos de su pasión. No importa cuál sea la razón, ellos también se quedan sin desarrollar su potencial.

  1. Personas que saben lo que les gustaría hacer y lo hacen

El tercer tipo de personas se conocen a sí mismas, tienen un gran sentimiento de pasión, están enfocadas en un propósito, crecen en áreas que les ayudan a acercarse a su propósito, y hacen aquello para lo que fueron creados. La palabra que mejor les describe es realizados.

¿Con cuál de estas tres personas te sentís identificado?

Pocas situaciones son tan extremas como la de Lucy y a la vez, la mayoría de personas parecen encajar en el primer tipo. No saben lo que quieren hacer. Creo que la razón principal es que no se conocen a sí mismos todo lo bien que deberían, y por eso permanecen desenfocados en su crecimiento.

Conocerse a sí mismo no es necesariamente algo fácil de hacer para todos.

Lo que hace difícil para algunas personas crecer y desarrollar su potencial es que puede ser un dilema sin salida. Tenes que saber quién sos para desarrollar tu potencial, pero tenes que crecer para saber quién sos. Entonces, ¿cuál es la solución? Explórate a vos mismo mientras exploras el crecimiento. Una buena manera de empezar es prestar atención a las cosas que te apasionan, y para esto ye invito a volver ver el video número #16: descubrí tu pasión.

Te desafío a ir un paso más de donde estas hoy, te desafío a explorarte, conocerte y diseñar tus estrategias de crecimiento para encontrar el sentido de dirección. Tu vida tiene sentido porque en vos hay un propósito único por el cual naciste.  En vos está descubrirlo y ponerlo en acción.

Hasta el próximo desafío!

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